Nevus, angiomas, efélides, melasma, cloasma,....todas ellas son diferentes pigmentaciones respecto al resto de la piel que la mayor parte de la población denomina lunares; y como casi tod@s tenemos alguno nos olvidamos de que estos pueden ser algo más que un simple lunar y transformarse en melanomas malignos.
No todos los lunares llegan a ser melanomas pero sí los melanomas previamente se presentan como lunares. De aquí la importancia que tiene para un profesional de estética y de peluquería identificar los síntomas de un melanoma.
Antes de realizar cualquier tipo de técnica estética, el profesional ha de tener identificada, tras el análisis, la piel de su cliente y todas sus posibles alteraciones. ¿Qué hacemos ante la presencia de un lunar? por supuesto ser muy prudentes, evitar prácticas de riesgo sobre el, como las depilaciones, aconsejar una revisión anual por parte del dermatólogo y ante cualquier cambio en uno de los lunares hemos de entrar en alerta y derivar al profesional en Medicina.
Y por supuesto no olvides nunca la protección solar.
martes, 22 de mayo de 2012
jueves, 10 de mayo de 2012
Protectores solares biológicos
Hoy día ya nadie duda de la importancia de la protección solar, puesto que es evidente que la protección biológica que nuestra piel nos aporta es insuficiente.
Aunque la radiación solar es necesaria para nuestro desarrollo e incluso se utiliza de forma terapéutica (fototerapia) , puede también producir efectos nocivos . De ahí que además de proteger tenemos que reparar los daños producidos por la exposición al sol. Para intentar corregir en lo posible estos efectos no buscados contamos con los protectores solares biológicos, sustancias activas con cuya aplicación tópica se busca la creación de una segunda línea defensiva sobre la piel, que será eficaz sobre la porción de la radiación solar que supera las barreras biológicas y los filtros solares tradicionales. Son ingredientes que actúan restaurando el equilibrio oxidativo cutáneo, neutralizando los radicales libres generados en la piel y minimizando los potenciales efectos nocivos sobre el ADN celular de la radiación solar.
Desde que se puso de manifiesto que la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta tenía capacidad de inhibir el normal funcionamiento del sistema inmunitario de la piel, también se empezaron a incluir en estas formulaciones ingredientes activos con capacidad de evitar este hecho.
Aunque la radiación solar es necesaria para nuestro desarrollo e incluso se utiliza de forma terapéutica (fototerapia) , puede también producir efectos nocivos . De ahí que además de proteger tenemos que reparar los daños producidos por la exposición al sol. Para intentar corregir en lo posible estos efectos no buscados contamos con los protectores solares biológicos, sustancias activas con cuya aplicación tópica se busca la creación de una segunda línea defensiva sobre la piel, que será eficaz sobre la porción de la radiación solar que supera las barreras biológicas y los filtros solares tradicionales. Son ingredientes que actúan restaurando el equilibrio oxidativo cutáneo, neutralizando los radicales libres generados en la piel y minimizando los potenciales efectos nocivos sobre el ADN celular de la radiación solar.
Desde que se puso de manifiesto que la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta tenía capacidad de inhibir el normal funcionamiento del sistema inmunitario de la piel, también se empezaron a incluir en estas formulaciones ingredientes activos con capacidad de evitar este hecho.
En este grupo de sustancias se incluyen vitaminas C, B y E o productos de origen vegetal como la isoflavona de soja, los ácidos hidroxicinámicos (ácido ferúlico y cafeico); los extractos de sandía, equinácea, granada o té verde;o aceites de jojoba, soja, argán, girasol o sésamo. La tendencia actual es combinar diferentes sustancias antioxidantes con el fin de sinergizar sus efectos.
Algunos preparados solares incluyen en su formulación activos a los que atribuyen propiedades reparadoras del ADN como la fotoliasa o los oligonucleótidos de timidina, además de activos como aceite de té verde, aceite de naranjas dulces, etc. para estimular la síntesis de melanina por la piel y acelerar el proceso de bronceado.
Algunos preparados solares incluyen en su formulación activos a los que atribuyen propiedades reparadoras del ADN como la fotoliasa o los oligonucleótidos de timidina, además de activos como aceite de té verde, aceite de naranjas dulces, etc. para estimular la síntesis de melanina por la piel y acelerar el proceso de bronceado.
En los siguientes vídeos comerciales puedes conocer un fotoprotector con activos biológicos,
y también encontrar consejos sobre la adquisición del protector solar adecuado a tu piel
y también encontrar consejos sobre la adquisición del protector solar adecuado a tu piel
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