Nevus, angiomas, efélides, melasma, cloasma,....todas ellas son diferentes pigmentaciones respecto al resto de la piel que la mayor parte de la población denomina lunares; y como casi tod@s tenemos alguno nos olvidamos de que estos pueden ser algo más que un simple lunar y transformarse en melanomas malignos.
No todos los lunares llegan a ser melanomas pero sí los melanomas previamente se presentan como lunares. De aquí la importancia que tiene para un profesional de estética y de peluquería identificar los síntomas de un melanoma.
Antes de realizar cualquier tipo de técnica estética, el profesional ha de tener identificada, tras el análisis, la piel de su cliente y todas sus posibles alteraciones. ¿Qué hacemos ante la presencia de un lunar? por supuesto ser muy prudentes, evitar prácticas de riesgo sobre el, como las depilaciones, aconsejar una revisión anual por parte del dermatólogo y ante cualquier cambio en uno de los lunares hemos de entrar en alerta y derivar al profesional en Medicina.
Y por supuesto no olvides nunca la protección solar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario